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lunes, 7 de marzo de 2011

América Latina se encuentra en una etapa de auge económico

América Latina tiene un sistema financiero infradesarrollado

Si bien una burbuja inmobiliaria podría estallar en algún país latinoamericano, no la vislumbro a corto plazo porque una burbuja de ese tipo sin crédito hipotecario no tiene futuro. Y, para que el crédito hipotecario se consolide, todavía tendrá que transcurrir algún tiempo en esta región. La razón fundamental es que, de acuerdo con su renta per cápita, América Latina tiene un sistema financiero infradesarrollado, afirmó José Juan Ruiz, economista jefe de la división Latinoamérica del Banco Santander. El entrevistado fue uno de los oradores en el reciente coloquio "¿Adónde van las economías del mundo y de la región?", organizado por la Fundación Astur en Punta del Este, en el que participaron el presidente de Uruguay, José Mujica, el titular de la Secretaría General Iberoamericana, Enrique Iglesias, el ex secretario general de la Cepal, José Machinea, y el ex presidente del BNDES, André Lara Resende. A continuación un resumen de la entrevista.

América Latina

-Ante ese panorama en Europa, ¿cómo están mirando los inversores españoles a Latinoamérica?

-Las grandes empresas españolas, que se internacionalizaron en la década del noventa fundamentalmente invirtiendo en América Latina, han soportado la crisis mucho mejor que las compañías que se quedaron atendiendo el mercado interno. Hoy su apuesta por Latinoamérica es una clara historia de éxito. Por ejemplo, el 43% de los 8.200 millones de euros, a que ascienden los beneficios que el Banco Santander obtuvo en 2010, provino de América Latina, mientras que los resultados atribuidos a España sólo representaron el 17%. El año pasado Brasil ya fue más importante, como fuente de utilidades, que el mercado español.

Ese no es un caso único. Todo lo contrario. Esta "lección" es fuente de inspiración para otros empresarios hispanos -grandes, medianos o pequeños- que ya han comprendido que es vital buscar los mercados en los que se pueda anticipar tasas de crecimiento elevadas. Las empresas que tienen una gran dependencia del mercado español están intentando diversificarse e incursionar en los mercados emergentes, ya sea en América Latina o Asia. La globalización no tiene marcha atrás.

-¿Cómo evalúan los españoles el clima de negocios en Uruguay?

-Uruguay se ha ganado el reconocimiento de los empresarios por su institucionalidad y seguridad jurídica. La reputación que ganó por la forma como supo manejar su crisis entre 2002 y 2003 es un verdadero activo. Incluso algunos conflictos vecinales, como el de la construcción de la planta de pasta de celulosa, han servido para difundir la imagen de un país que cumple sus contratos, responde a sus compromisos y que el manejo de su economía es predecible en el mediano plazo. Por lo tanto, no hay ningún tipo de recelos respecto a las inversiones en Uruguay.

Burbujas

-América Latina se encuentra en una etapa de auge económico, por lo cual ingresan cantidades enormes de capitales internacionales. ¿Cómo se deberían manejar esos recursos para evitar que esta bonanza se transforme en una borrachera?

-El capital está fluyendo a Latinoamérica porque se vive una etapa de crecimiento y porque la tasa de rentabilidad de un proyecto de inversión aquí es más alta que la que se puede obtener en países con economías más maduras.

Pero hay que distinguir dos aspectos. Lo que realmente nos tiene que preocupar es si los ingresos de capitales obedecen a razones no permanentes. Si se piensa que Uruguay no tiene las condiciones de rentabilidad ni de crecimiento sostenido, entonces los fondos que están entrando en forma masiva son puramente especulativos. En cuanto generen una ganancia sustancial, se irán en un proceso rápido de salida que provocará la depreciación de la moneda, un ajuste fiscal, etc. como ha ocurrido tantas veces.

En cambio, si el gobierno uruguayo está en condiciones, a través de políticas fiscales y monetarias sostenibles, de mantener una tasa de crecimiento promedio del 4,5% anual durante los próximos veinte años, quien invierta aquí no se habrá equivocado. Por lo tanto, es lógico que su moneda se aprecie dado que la economía local crece más que en otros países. Es decir que, si el ingreso de capitales y la apreciación del tipo de cambio son sostenibles, no son perversos de manera alguna.

- ¿Son los países latinoamericanos candidatos a generar burbujas inmobiliarias en la medida que los flujos masivos de capitales especulativos inundan sus mercados?

-Si bien podría estallar una burbuja inmobiliaria en algún país latinoamericano, no la vislumbro a corto plazo. Recuerdo que el presidente chileno Ricardo Lagos solía decir que el populismo sin chequera tiene las patas cortas. Creo que la burbuja inmobiliaria sin crédito hipotecario no tiene futuro. Y, para que el crédito hipotecario se consolide, todavía tendrá que transcurrir algún tiempo en esta región. La razón fundamental es que, de acuerdo con su renta per cápita, América Latina tiene un sistema financiero infradesarrollado. Mientras que el ratio créditos/PIB en esta región se ubica entre 25% y 40%, los países con una renta per cápita similar de US$ 8.000-10.000 tienen ratios de 60%-70% del producto.

-¿Está en vías de solución la crisis financiera de Europa?

-De este lado del Atlántico hay una visión pesimista de que Europa sigue sumida en una crisis que podría ser irresoluble porque, probablemente, los latinoamericanos han extrapolado la duración, secuencia y características de sus propias crisis económicas del pasado reciente y anticipan que el cataclismo es inevitable. En este juicio no se tienen en cuenta algunas diferencias que existen entre las crisis que vivimos en este continente y la que hoy afecta a los europeos. La disparidad más importante -la que es realmente decisiva- es que Europa constituye un área económica y monetaria única. Esto supone que la crisis puede afectar individualmente a Grecia, Portugal, Irlanda, España, etc., pero también salpica a la propia construcción europea y a Alemania, a Francia, a Holanda y al resto de países de la Unión Económica y Monetaria (UEM).

La consecuencia de esta "interdependencia europea" es que todos los países, incluidos los más poderosos y solventes, están interesados en que la crisis se resuelva y se hallan dispuestos a contribuir con recursos y acuerdos a que esto sea posible. Y exactamente eso es lo que estamos viendo: los países más vulnerables están haciendo esfuerzos presupuestales y reformas económicas, al tiempo que hay una respuesta institucional de la Unión Europea por la que se acude a ayudar financieramente a los países mas desajustados o bajo la sospecha de los mercados. En el proceso, la UEM ha comenzado a dotarse de reglas, procedimientos e instrumentos para controlar los impactos negativos. Y sus instituciones, poco a poco, han ido proporcionando soluciones.

Ficha técnica

José Juan Ruiz, español, 53 años, es economista por la Universidad Autónoma de Madrid y técnico comercial y economista del Estado. Hoy es economista jefe para América Latina y jefe de Análisis y Estrategia en la División América del Banco Santander. Con anterioridad fue economista jefe de Argentaria; presidente del Comité de Política Económica de la Unión Europea; y secretario general de Economía Internacional y Competencia del Ministerio de Economía y Hacienda de España.

fuente: diarioElPais

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