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sábado, 21 de mayo de 2011

La economía sigue en auge; interés del inversor europeo

En un mundo con terribles crisis, a Uruguay le ha tocado estar en una región soleada, pese a los embates de los aumentos de precio del petróleo. No obstante, la realidad "rema a nuestro favor", los productos exportables han subido más que el barril de petróleo, en el término de 4 o 5 años.

A su vez, en el mundo circulan capitales, que ante las tormentas económicas que atraviesan las grandes potencias y las bajas tasas de interés, buscan lugares seguros y de buena rentabilidad para invertir.

La economía de Uruguay está en pleno período de expansión. Algunos técnicos consultados coincidieron que en su opinión se está alcanzando el tope, el techo, aunque afirman, sin dudarlo, que no surge en el horizonte la amenaza de una caída abrupta. Pero también estiman que puede registrarse cierto enlentecimiento en la economía, que no irá más allá de una corrección a la baja en los precios de los "commodities", del 10 al 15%.

Un experto economista, que termina de llegar de una rápida gira por Europa, expresó que en reuniones los inversores del Viejo Continente "exhibieron interés muy claro en invertir en nuestro país, inclinados a comprar campos. Y no con dinero volátil, sino con dólares en el bolsillo, constantes y sonantes". Esta realidad permite vislumbrar que no existen riesgos de burbujas inmobiliarias, como sucedió en Estados Unidos o España con los catastróficos resultados conocidos. Pero Uruguay ofrece seguridad en la inversión y los europeos y países vecinos están efectuando voluminosas inversiones de 30 millones o 40 millones de dólares en campos. También miran los capitalistas extranjeros hacia la minería, plantas de papel y todo el tema de la logística de los silos.

EL BOOM INMOBILIARIO. En la construcción, el "boom" sigue una marcha ascendente. Casi el 100% de la inversión en Punta del Este y zonas cercanas son capitales del exterior.

Los europeos comparaban hace pocos días, conversando con profesionales nacionales, el precio de un edificio de apartamentos, de dos dormitorios, reciclado, en Milán, de 850 mil o un millón de euros. Y por esa plata, decían y tenían folletos de chacras marítimas de 10 hectáreas en José Ignacio, cuando allá con igual suma no alcanzaban a adquirir una hectárea.

En Uruguay, los precios del campo se multiplicaron desde la crisis de 2002 nada menos que un 650%, mientras que el arroz alcanza cifras récord en volumen y precios, lo mismo ocurre con la soja y otras materias primas.

Esta situación económica ha tenido profunda repercusión en gran parte de las poblaciones y ha mejorado el nivel de vida: los salarios que hasta hace poco tiempo no "estiraban hasta fin de mes", hoy cubren los gastos familiares y la gente ha comprado motos, cambiado el modelo de auto, entre ellos los cero kilómetro de procedencia china por 10 mil y 12 mil dólares y se ha aumentado la venta de las codiciadas 4 por 4, casi inalcanzables hasta hace pocos años. El crecimiento del PIB se estima que llegará en 2011 a un muy envidiable 6%.

El auge de la economía, con altísimos precios internacionales para nuestras exportaciones, casi sin antecedentes, se mantiene, salvo los nubarrones que surgen de la amenaza de la inflación. Hoy se encuentra en 8,34%, y los expertos vaticinan que no saltará más allá del 10%, lo que implica, por ende, grandes peligros para el positivo panorama general.

El gobierno, preocupado, busca detener ese incremento de precios, ha tomado medidas que para muchos exper-tos son solo "cataplasmas", aumentando los encajes bancarios para retirar circulante de plaza y demorar en el tiempo los aumentos de tarifas de la energía y los combustibles.

Se debe destacar que la situación favorable ha permitido la creación de 90 mil empleos y bajar el porcentaje de desempleo al 6%, el que obliga a retroceder décadas para ubicar una cifra similar.

El gobierno debería aprovechar la favorable coyuntura internacional en los precios de los "commodities", no agitar las aguas y evitar los rumores sobre "cambios en las reglas de juego" para el inversor. El país seguirá "boyante" económicamente, aunque debe enfrentar, sin históricos prejuicios, la inseguridad ciudadana y la crisis de la enseñanza. Y de allí dar los pasos efectivos para erradicar los nutridos bolsones de pobreza que oscurecen el futuro uruguayo.

fuente: El Pais Digital

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